lunes, 28 de enero de 2013

Antes y después del 35 aniversario de la Fiesta de las Cuadrillas

Resulta curioso que aparte de la antigua relación con mi ex, nada me ha dado tanto de que hablar como los aguilanderos de barranda y la fiesta de las cuadrillas. Ha finalizado un fin de semana que resulta ser el culmen de horas de trabajo, comeduras de cabeza, llamadas de teléfono, carreras, y a veces hasta incluso ganas de mandarlo todo a la mierda.

Entre todas estas cosas no me incluyo, esto se lo dejamos a la junta directiva que son los que más quebraderos de cabeza llevan. Yo prefiero estar al lado de ellos siempre que me lo piden, y por supuesto, echar a correr cuando lo necesitan.

Pero aparte de todas estas historias, por supuesto ahora ha llegado la alegria de haber podido dar la fiesta por finalizada, de haber escuchado palabras de apoyo y ánimos por todas partes, de haber podido disfrutar de la compañía de amigos, muchos de los cuales por desgracia, solo los vemos de año en año, y que yo por mi mala cabeza, de muchos a veces me olvido hasta de los nombres (que el señor me perdone, esto no significa que no los aprecie muchisimo ni aún, que me alegre más cada vez que los veo).

Se ha terminado una fiesta a mi modo de ver llena de incógnitas para el año que viene. Lo bueno es que la que podría ser la incógnita más importante no lo es. La fiesta de las cuadrillas es un bien que el pueblo de Barranda y todas las gentes que acudan en un futuro, van a poder disfrutar siempre. Las incógnitas son más bien, no se muy bien como decirlo, ¿a dónde va la fiesta de las cuadrillas?

Supongo que debo explicarme. Yo estoy en la cuadrilla junto con los aguilanderos de barranda ya va para diecisiete años. En diecisiete años el formato de la fiesta es básicamente el mismo, y siempre se ha hecho con las mismas ayudas. Han llegado tiempos de crisis como no hemos visto nunca, en mi opinión (bueno, como yo no he visto, al menos), y eso ha provocado que la realización de la fiesta peligrara. Este año se ha sentado un precedente, con una declaración pública por parte de los aguilanderos de que existía la posibilidad de que no pudieramos hacer la fiesta. Así las cosas, surge un conflicto de intereses entre aguilanderos y administraciones públicas, los aguilanderos, que no queremos perder todo lo andado en cuanto a la riqueza que ha ganado la fiesta con el tiempo (barranda folk, jornadas de estudio sobre cultura de tradición oral) y las administraciones que pretenden ayudar, cuanto menos, mejor. Y por supuesto, es de notar también, ante esta situación se ha levantado un tumulto de voces clamando al cielo y gritando que antes de que caiga la fiesta de las cuadrillas, caerían ellos debajo y la levantarían entre todos ..... esto, aunque suene muy metafórico, creo que resulta bastante claro que hablo de todas las cuadrillas de todas las partes de la geografía española que nos han mandado mensajes de apoyo por todas partes, y que hubieran venido sin más aparejos que su instrumento, sus piernas y su voz, para llenar Barranda de música, baile y cante. Y por supuesto, también hablo de todas esas personas particulares (amigos, vecinos, personas al fín y al cabo) que igualmente nos han prestado aliento. Igualmente, este año también resulta muy significativa (más que el año pasado) las aportaciones de empresas privadas a la fiesta, amén de particulares que también han querido aportar su granito de arena.

Con toda la parrafada anterior y la pregunta sin contestar, es decir, ¿a dónde va la fiesta de las cuadrillas?, las incógnitas son más bien ....
  1. ¿Qué pasa con el dinero público?
  2. ¿Estamos condenados (y no quiero decir que esto sea malo) a que la fiesta esté patrocinada por empresas privadas?
  3. ¿Es sostenible la fiesta conforme está planteada actualmente? ¿Podemos hacer más de lo que estamos haciendo para mantenerla?
  4. ¿Hasta donde se puede (y/o se debe) recortar en gastos en la fiesta de las cuadrillas?
No pretendo en absoluto dar una respuesta a ninguna de estas preguntas, es más, ni siquiera creo que sea posible responderlas satisfactoriamente, para ninguna de ellas existe una contestación sencilla.  Yo tan sólo puedo opinar al respecto, incluso con alguna puede que ni siquiera sea capaz de opinar.

En fin, podemos empezar por el dinero público. Creo que estos años nos deberían haber servido para ver que el dinero que viene del estado tampoco es algo seguro, que es dinero que va y viene, y si ese dinero depende de la promesa de un político, todos somos conscientes de lo que son las promesas políticas, palabras que se las lleva el viento. Todos vemos día a día como se rompen estas promesas, esto es una realidad, no pretendo con esto ser crítico, ni mucho menos ningunear la aportación que nuestro ayuntamiento ha hecho, tan solo es lo que vemos que pasa con cosas que se ponen en los programas políticos y de repente durante la legislatura desaparece. Así que con eso lo único que podemos hacer es tratar de confiar en las palabras que nos dicen cuando nos la dicen, y cuando realmente veamos que no podemos confiar, pues buscar en otro sitio lo que sepamos que nos va a faltar por su parte.

La empresa privada ha resultado ser un gran apoyo, es agradable darte cuenta de que a nivel económico también tenemos una fiesta más interesante aún si cabe, más interesante que el mero hecho (no por ello menos importante) de inyectar una buena cantidad de ingresos extra para los comercios del pueblo. Para ellos es publicidad, para nosotros es la necesidad de financiación y conseguir realizar una fiesta que mantenga mínimamente el nivel de los años de bonanza.

No me veo con ánimos de opinar sobre el resto, igual aún es el cansancio o la resaca de la fiesta, igual es que veo las preguntas y se me ocurren tantísimas cosas que decir, que no tengo fuerzas para continuar.

De cualquier manera, la fiesta de las cuadrillas de Barranda es algo grande. Y una de las cosas que la hacen grande es que puede ser lo que nosotros queramos que sea.
La fiesta de las cuadrillas es una síntesis de siglos de tradición y cultura transmitidos de padres a hijos. La fiesta de las cuadrillas también es una canción más para esa niña pequeña, que tanto le gusta andar siempre cantando. La fiesta de las cuadrillas también es donde ellos dos se conocieron y se enamoraron. La fiesta de las cuadrillas también es un grupo de amigos disfrutando juntos y haciendo lo que más les gusta. La fiesta de las cuadrillas son las ganas de esa abuelica devota de escuchar una misa cantada. La fiesta de las cuadrillas es alegría. La fiesta de las cuadrillas es verso. La fiesta de las cuadrillas es magia. La fiesta de las cuadrillas es el primer instrumento de un chiquillo que no tiene claro si eso le va a gustar.

LA FIESTA DE LAS CUADRILLAS ES ALGO QUE DESCANSA SOBRE LAS BASES DE GENERACIONES PASADAS Y QUE TODAS LAS GENERACIONES FUTURAN DEBERÍAN DISFRUTAR. MÚSICOS, PERSONAS, AMIGOS, BARRANDEROS Y TODOS AQUELLOS QUE ACUDEN Y SE SIENTEN PARTE DE ESTA FIESTA TANTO COMO NOSOTROS, PORQUE LO SON, JUNTOS, MANTENDREMOS POR SIEMPRE ESTA FIESTA VIVA.

Gracias a todo aquel que en algún momento puso un pie en Barranda para disfrutar de esta fiesta, porque por todos ellos existe y por ellos seguirá existiendo.

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