domingo, 15 de febrero de 2015

Amor un día cualquiera


Con la llegada de San Valentín "Escuela de escritores" convoca un nuevo concurso y ahí que vamos ... el fallo fue ayer, así que ya puedo compartirlo sabiendo que una vez más no soy capaz de escribir algo que guste más que a mi mismo .... (que deprimente jajajajaja).

En fin, dedicado a todos los enamorados:



"AMOR UN DÍA CUALQUIERA"

Como cada día suena el despertador a las siete de la mañana.

Me apresuro a acallar su sonido estridente que como siempre sirve para encenderme la sangre y activar todos mis sentidos. Y como siempre mi objetivo es evitar que se activen los tuyos para poder ver el mismo maravilloso espectáculo que contemplo todos los días.

Giro la cabeza y ahí estas. Un día más he conseguido que el sonido de la alarma no altere tu sueño y puedo ver en tu rostro sereno y precioso toda mi felicidad, que es verte así cada día.

Me levanto de la cama y me dispongo a afrontar el día. Te oigo gemir levemente cuando sientes que se descompensa el peso en la cama y te vuelves a acomodar.

Descansa cariño, salgo al mundo, hablamos luego. 

La oficina como todos los días está revuelta. Enciendo el ordenador y ahí me esperan marañas de código llenas de espectativas de mis clientes por lo que puede llegar a hacer su aplicación y llenas de problemas por resolver. 

Hay amor en mi vida, pero el mundo tiene que seguir girando alrededor de poner un plato de comida en la mesa, y eso es lo que toca en estos momentos. Resuelvo mil problemas, recibo mil llamadas, me cabreo cientos de veces y me río unas pocas con mis compañeros.

Y la mañana se pasa. Ya estoy de vuelta en casa donde me estás esperando tras tu correspondiente jornada. Abro la puerta y me regalas una sonrisa, yo te regalo un beso y tu me regalas otro y ahora nos sonreímos los dos .....

Y así cada día, y tu me quieres, y yo te quiero, y esta es la vida que los dos queremos, y esto es amor, amor cada día, en un gesto al despertar, en un beso al reencontrarse, el de las cosas pequeñas, el amor verdadero.

TE AMO, MI AMOR.

jueves, 12 de febrero de 2015

A salto de mata

A veces empezar por el final de una historia también puede resultar divertido e interesante. Esta mañana recibí un whatsupp que me emocionó un montón y me sacó una sonrisa en medio de la rutina del trabajo, me ha parecido la mejor forma de empezar esto:

"Hola: que la música alegra los corazones lo sabía bien el Tío Mariano el Guardia, viejo violinista de la cuadrilla de Fuente Álamo de Murcia, cuando decía, hace ya muchos años, que la música era el mayor consuelo que podía tener a la hora de su muerte, que le ocurrió poco después, casi "con el violín puesto".
Lo de ayer fue una experiencia única, una maravillosa locura improvisada por todos que puso una pincelada de alegría y felicidad en muchos corazones doloridos. Sinceramente, creo que muchos nos fuimos a la cama y nos hemos levantado con una sonrisa en los labios, pese a las circunstancias tristes. Mi reconocimiento para cada uno de vosotros por colaborar en algo especialmente emocionante, que me hace escribiros con los ojos húmedos, pero con la infinita gratitud que da haber compartido con vosotros la música que da la vida. Abrazos."

Era Manolo Sánchez, un amigo al que a pesar de conocer desde hace muchos años es desde hace poco tiempo cuando realmente empiezo a conocerlo, cuanto más aún a disfrutar de los ratos que pasamos juntos.

El caso es que dadas las circunstancias que se han dado a lo largo de los últimos días estoy que no quepo en mi de gozo.

Parecerá mentira, pero ya hace más de un año que nuestro amigo Juan Botía "El Yescas" falleció dejando un vacío en el mundo cuadrillero imposible de llenar. Este domingo se inauguraba en su pueblo, La Encarnación, un pequeño monumento en homenaje suyo, evento al que los Aguilanderos de Barranda fuimos invitados para amenizarlo echando unas músicas.

Las circunstancias quisieron que después de reunir un grupo de músicos lo suficientemente respetable como para acudir con garantías, las enfermedades y los trabajos nos dejaron un poco en cuadro, pudiendo acudir únicamente cinco componentes del grupo.

A pesar del entuerto, nos reunimos con los chicos de la cuadrilla de La Encarnación, y juntos echamos unas coplas, unas músicas y unos bailes como se merecía nuestro amigo Juan, y únicamente me sentí mal por tener que retirarnos demasiado pronto del evento, apenas hubo terminado.

Se reunió gente que pocas veces se reúne a tocar, pero quien sabe si la casualidad, las ganas o la alegría que le pusimos, hizo que la música sonara bastante bien dadas las circunstancias, y no pude evitar irme de allí contento y feliz de haber podido rendir homenaje de nuevo a nuestro amigo Juan.

En realidad, podría parecer que poco o nada tiene esto que ver con Manolo, el no pudo estar en el acto que acabo de relatar, pero ahora lo vais a entender todo.

El whatsupp que habeis leido un poco más arriba se refería a lo siguiente. Martes por la noche y un correo electrónico resuena en mi teléfono móvil. "Tienes un nuevo mensaje de Manolo" reza el asunto en el mensaje enviado de manera automática por nuestro querido amigo Facebook. Sorprendido me dispongo a leerlo, y resulta que me está invitando a tocar en una reunión familiar de un amigo al que desgraciadamente le han diagnosticado un cáncer terminal y al que le haría mucha ilusión que le echáramos unas músicas. Se le prepara simplemente una sorpresa que no va a olvidar.

Ni corto ni perezoso le comento que no hay más problema que si pueden pasar a recogerme y gobernarme un instrumento (siempre y cuando el horario de mi trabajo lo permitiera, cosa que así fue).

Dicho y hecho, el miércoles me recogen en Granja de Rocamora y nos vamos para Elche, a un "barecico" pequeño donde se preparaba el bolo. Ahí Manolo me pone al día, cosas que pasan, a última hora le había fallado la gente que tenía apalabrada para agasajar a su amigo y tuvo que tirar de teléfono (y de Facebook) para reclutar un grupo de "arrejuntaos" y a ver lo que salía.

Ahí que nos fuimos tres pacos, dos alejandros, un javi, un victor, un diego y un manolo (¿me dejo a alguién?), ocho músicos de nada que nunca habían tocado juntos, que nunca habían ensayado juntos y cuando empezamos con una jota resulta que sonaba bien y todo.

Después llegó el momento que nos llenaría a todos. La cara de felicidad y la emoción reflejados en el rostro de Bernardo, el amigo de Manolo, valía mil veces el esfuerzo de reunirse de pronto, sin tiempo y a ver lo que sale, con el miedo de cagarla por lo obvio, no habíamos tocado juntos nunca, y a la vez, las ganas de brindarle un momento inolvidable a una persona que se muere y que queríamos llevarle alegría, diversión y fiesta.

Pasamos una velada estupenda, echamos malagueñas interminables, "pasas" de pardicas que nunca se acaban, y Manolo pegaba unos brincos bailando que parecía que quería tocar el cielo. No llevábamos guión, pero hasta unos trobos salieron en alguna malagueña, y hasta los trobos salieron bien.

De nuevo, aún cuando fuera algo improvisado y sin tiempo, fue un momento de alegría que no se puede describir con palabras, ojala lo hubierais podido vivir conmigo.

En la despedida, todo eran aplausos y risas, y nos dijimos adios con el deseo sincero de volver a repetirlo.

En apenas una semana he podido vivir dos días estupendos, echando músicas con amigos y disfrutando de la alegría que nos llena cuando estamos juntos generando sonidos que nos alegran a nosotros y los que nos rodean.

Me siento muy afortunado por ver que lo que hacemos saca la sonrisa de de las personas que están con nosotros, a pesar de que los hechos que nos reúnen sean tristes y dolorosos .... precisamente lo que hacemos es que por unos momentos desaparezca esa tristeza con la alegría de la música y el baile.

Gracias amigos de La Encarnación por invitarnos al evento, gracias amigo Manolo por fundar la cuadrilla "Aquí te pillo, aquí te mato" como la bautizó durante la velada (fijaros si salió bien la cosa que nos querían contratar), la verdad es que muchas veces los mejores ratos son esos que vienen improvisados y movidos por las circunstancias, es nuestra alegría y nuestras ganas de disfrutar lo que al final hace que forzosamente la música suene bien y nos llene, a pesar de haber salido todo ........

A SALTO DE MATA