martes, 30 de agosto de 2016

La noche que conté 317 ovejas y seguía sin poder dormir

La verdad, después de no se cuantos meses sin aportar nada nuevo, no es la mejor forma de volver hablar de política. No es la primera vez que lo hago, ya que como le suelo echar gracia a las cosas al final hasta sale algo que se puede leer, pero no era precisamente el tema con el que me hubiera gustado remover unas lineas después de tanto tiempo.

Antes de seguir, voy a dar las gracias a la gente que me lee, a pesar de haber estado varios meses en silencio, las visitas siguen subiendo, esto es una maravilla, muchas gracias.

En fin, al turrón .... ESPAÑOLES ..... LA DEMOCRACIA HA MUERTO.



Con la misma solemnidad que aquel personajillo (me perdonen la expresión, va sin maldad ninguna) nos anunciaba (a mi no, yo no estaba ni proyectado entonces) la muerte del caudillo, debería salir alguien en la tele a decir estas palabras si nuestros queridísimos políticos nos hacen volver a las urnas.

Consenso. Reunirse para ponerse de acuerdo. Ceder. Proponer. Pactar ... Tantas palabras y ninguna de ellas parece existir en el vocabulario de las personas que pretenden gobernarnos.

La verdad, es que no hay mucho que decir. Por empezar por algún sitio no se si os he comentado ya en alguna ocasión que a mi esto de las izquierdas y derechas es algo que se me hace anticuado. A pesar de ello, he sentido como en estos años nuestro querido estado del bienestar se deterioraba a ojos vista (mayor dificultad de acceso a becas para estudiantes, encarecimiento de matrículas universitarias, mayor dificultad de acceso a oposiciones, privatización de servicios hospitalarios, copago de medicamentos a personas mayores, mayor precariedad de las pensiones, vaciado de la hucha de la seguridad social, menos cotizaciones a la seguridad social, precariedad del empleo creado, mayor facilidad del empresario para despedir al trabajador .... (uff, me quedo  sin aire, ya no doy más razones)), razón principal por la cual esperaba un cambio de gobierno, razón por la cual creo que algo de aquella vieja derecha parecía haberse instalado en nuestras vidas, razón por la cual yo esperaba formar parte de ese cambio con mi voto.

En las primeras elecciones mi gozo quedó en un pozo viendo como ganaba la continuidad, una continuidad que en el colmo del inmovilismo ni siquiera intentó formar gobierno, lo cual fue una oportunidad en bandeja de plata para que otros lo hicieran, oportunidad que no supieron aprovechar.

En estas segundas elecciones todos los vientos están soplando en favor de unas terceras, y francamente, yo estoy entre acojonado y cabreado.

Porque señores, en serio, esto empieza a ser de chiste. Comparando a los políticos españoles con personajes de "Los Simpson", tenemos al alcalde Quimby (Rajoy) que parece que no hay quien lo mueva de su silla, a pesar de que la sombra de la corrupción anda por ahí. Luego está el director Skynner (Rivera) que este va donde le dice su madre (el partido que más votos tiene). También tenemos a Smithers (Pedro Sánchez) que de ambiguo que se ha puesto ya se está pasando, ni dice lo que es ni deja de decirlo, ni gobierna ni deja gobernar. Y la verdad es que me he dejado al más dificil para el final ..... Pablo Iglesias sería una mezcla entre el dependiente de tebeos (por la coleta y el rollo intelectual que se lleva) y Moe (porque no lo quiere nadie).

Y bueno, antes decía que estaba entre acojonado y cabreado. Lo de acojonado viene de la incertidumbre que genera el pensar que fracasar estas segundas elecciones ya nos vamos a más de un año sin gobierno en este país, y nadie sabe que va a pasar con esto. Lo de cabreado resulta más evidente. Por dos veces los españoles han dicho claramente que quieren un consenso entre las fuerzas políticas, que se acabo el rollo de los bipartidismos, que hay que coger los programas de todos y ver cuales son las propuestas que realmente fomentan la igualdad de todas las personas de este país y el máximo bienestar social ..... creo que estas cosas son cosas que todos queremos indistintamente estemos a la izquierda o a la derecha.

Ah, y una cosa más. Acojonado. Acojonado también porque visto el panorama me estoy planteando seriamente no votar en caso de que vayamos a unas terceras elecciones. Mi pensamiento era el siguiente ..... ¿que pasaría si todos los españoles decidiéramos simplemente no ir a votar en unas hipotéticas terceras elecciones? Ya he leído por ahí en algún foro que si vamos a unas elecciones este fracaso merecería al menos las cabezas de todos los líderes políticos actuales. Y la verdad, no estoy del todo en desacuerdo con esa idea. Incluso se podría ser más drástico ..... no votar a ninguno de estos partidos, votar a cualquier otro. Pero realmente el miedo está en la idea de no votar. Con la irrupción de la democracia en España se nos dio de alguna forma el poder de decidir por donde tiene que discurrir el destino del país en que vivimos, en forma de voto. Es triste, cuando menos, ser tan pasota para no aprovechar este derecho que tenemos, y que nos dieron aquellos políticos que hace ya más de 30 años SI QUE PUDIERON PONERSE DE ACUERDO, PROPONER, PACTAR, y CEDER para que tuviéramos la Constitución y la democracia que hoy disfrutamos. No es del todo comparable aquella situación con la que vivimos ahora, ha llovido mucho y se ha avanzado mucho desde entonces .... pero la sensación que están dando los políticos con esta falta de consenso es que están mirando únicamente por sus intereses, por ocupar el mejor sillón ..... y dejando de lado los intereses de las personas que les han otorgado el poder.

Pactar, ponerse de acuerdo, consensuar, ceder ..... señores políticos estas palabras existen.
Señor Rajoy, señor Sánchez, señor Rivera, señor Iglesias ..... si me llevan a terceras elecciones me habrán demostrado que ninguno se merece mi voto.

Atte. Javier Sánchez Tejeiro. El votante perturbado.