lunes, 2 de octubre de 2017

Votarem, votarem y el país derribarem


Nacionalista. ¿Qué significa eso? ¿Qué representa? ¿Qué hace sentir a las personas que lo llevan en su vida y en su vocabulario casi como si fuera un credo que hay que seguir?

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- Hola.
- Hola, ¿quién eres?
- ¿Yo? Yo soy una porra. ¿Y tú?
-¿Yo? Pues yo soy sangre de la frente de una persona.
- Ah. ¿Y que haces pegada a mi?
- Pues ... No lo se. Estaba tan tranquila dentro del cuerpo y de pronto he salido.
- Ah. Pues yo igual estaba muy tranquila en la funda de un guardia civil.
- Vaya.
- Si, pero de pronto me ha sacado, y me ha hecho golpear algo.
- Pues ese algo era la frente de una persona.
- Ya.
- Y oye, ¿por qué piensas que te ha hecho golpearme?
- ¿Yo? No lo sé, no puedo pensar nada.
- ¿Por qué no?
- Pues es sencillo. No tengo cerebro para pensar.
- Es cierto. El cerebro está en la cabeza de mi frente y en la cabeza de tu guardia civil.
- Cierto. Los que tienen que pensar son ellos.
- ¿Sabes qué?
- ¿Qué?
- Creo que aquí se ha pensado poco.
- Es que con este jaleo debe ser imposible pensar.
- ¿Jaleo?
- Si, ¿no lo oyes? ... VOTAREM, VOTAREM.
........................)

Esto para mi es casi como el tabaco. No puedo entender lo que siente un fumador si nunca he querido probarlo, igual que no puedo sentir lo que siente un nacionalista si no he estado en contacto con ello (más allá de lo que se ve por televisión), si no se me ha educado para vivirlo, y voy a decir más, si el echo de haberlo estudiado no me ha llevado a querer llegar más allá de lo que se por libros y lo poco que conozco de historia (si ya hay por ahí quien a comparado el nacionalismo catalán con el movimiento nazi, espero que a mi se me perdone que lo compare con el vicio de fumar).

Por eso, ya que ahora no se habla de otra cosa, podría coger y decir: "ser nacionalista es/significa lo que se vio el día 1 de Octubre en Cataluña". Vamos punto por punto.

Ser nacionalista es:

  • Ir contra la ley de tu país.
  • Exponerte y exponer a tus hijos ante las fuerzas del orden.
  • Increpar a policías y guardias civiles.
  • Participar en una votación ilegal.
  • ...
  • ... (si no fuera tan tarde igual seguiría)

Es cierto, no los entiendo. No entiendo que un niño de apenas meses vuele por encima de cientos de miles de brazos para adorar el paso de una procesión, donde peligra claramente la integridad física del pequeño, como no entiendo que acudieran a "votar" en el "referendum" padres de familia con sus hijos en brazos, y que estos los planten delante de los cuerpos de seguridad del estado, para ser usados como escudos por los propios progenitores.

Y no entiendo que en este país tengamos un gobierno cuya pasividad ha permitido que se llegue a esta situación. Y no entiendo tampoco como es posible que hallamos llegado a ella ... digo que no lo entiendo. A lo mejor si lo entiendo, lo que pasa es que no quiero reconocer que lo entiendo porque  me avergüenza.

Sin embargo, hay una cosa que no me sorprende. Se ha criticado mucho la actuación policial. Sin embargo, no se hasta que punto han hecho o no lo que tenían que hacer, puesto que estamos hablando de que en Cataluña, el 1 de Octubre, se estaba infringiendo la ley. Sin embargo, si no hubieran actuado, seguramente hoy se les criticaría por lo contrario, por no haber hecho nada. La cuestión más allá de todo esto es, que si alguien ha recibido tortas en Cataluña,

no ha sido ninguno de estos señores trajeados que han promovido el "referendum" y que han podido "votar" tranquilamente (QUE RARO), cada uno en su "colegio electoral", y si no en el suyo, en el que estaba libre más cercano.

P.D. Merece la pena leerlo: Yo estuve allí y esto es lo que viví

P.D.2. Unas cuantas reflexiones. Es muy triste tener que ver como toda una región se ve abocada a actuar fuera de la ley para organizar una votación en un país democrático. Es vergonzoso ver a personas orgullosas y emocionadas por estar saltándose la ley. Es vergonzoso que las personas que nos gobiernan no sean capaces de llegar a una solución mediante el dialogo y la negociación. Es triste ver a un policía (aunque solo fuera uno) golpear a un ciudadano de su país, el cuál a pesar de estar actuando fuera de la ley, sostiene que está haciendo lo que cree correcto.