martes, 19 de febrero de 2019

Soledad en compañia

SI ERES UNA PERSONA FELIZ, NO SIGAS LEYENDO, HOY ESTO NO SON MÁS QUE DESVARÍOS ...


Quien bien te quiere te hará llorar es una verdad a medias.
Es esta una frase muy bonita y queda muy bien como moraleja o verdad universal en el marco de según que historias, pero hoy en mi cabeza esta frase la veo de una manera muy diferente a lo que creo que se quiere hacer ver con ella.

Y la verdad (o lo que a mi se me antoja que es la verdad sobre esto) es que eso de que alguien que te quiere bien te puede hacer llorar, está muy cogido por los pelos.

Empecemos por el principio. ¿Qué, quién o como se nos hace llorar?
Todo aquello que nos produce pesar es lo que nos hace llorar. Normalmente este verbo va ligado al verbo sufrir, y voy a insistir, a riesgo de repetirme, la persona que realmente te quiere no debería hacerte sufrir. Y si lo hace, al menos ese sufrimiento debería venir acompañado de un posterior consuelo, esta frase no habla de eso, y debería de tenerlo en cuenta. Creo que es triste, pero es así, esta frase alguien en tantos años de sabiduría y conocimiento humano, debería de haberla corregido. Tendríamos que haberla incluido en la "wikipedia" con las correcciones de los usuarios. ¿Qué cuáles serían las correcciones? Yo que coño se. Yo os voy a decir cual sería mi corrección.

QUIEN BIEN TE QUIERE TE HARÁ LLORAR, Y EN POCO TIEMPO TE VENDRÁ A CONSOLAR.

Antes he dicho que empezábamos por el principio, tonto de mi, me he dado cuenta de que he empezado por el final, así que ahora me corrijo, sigamos por el principio. ¿Quién nos quiere bien? ¿De qué carajo (esto es un guiño a "mi amigo" Joaquín Sabina) estamos hablando cuando nos referimos a alguien que nos quiere bien? Pues esta es fácil, amigos. Estamos hablando de las personas cercanas a nosotros, sean cuales sean esas personas. Las primeras, la familia, etc, etc.

Me quedo con lo primero, tu familia te hará llorar. Y esto puede ser cierto, si, pero debería ser solo cierto cuando esa familia, por las circunstancias que sean, está lejos de ti, te falta, o no la tienes tan a mano como te gustaría. Pero lo que nunca debería pasar es que el dolor venga de otras situaciones en las que no quiero ahondar más, cada cual que saque sus propias conclusiones.

Y lo peor de todo viene ahora, y viene a raíz de "mis correcciones". EL CONSUELO. Si ese consuelo no viene, cuando se sabe que la situación no es buena ... quizás directamente tienes ganas de abrirle a alguien la cabeza (quizás esa cabeza sea la tuya).

Y finalmente el desconsuelo desemboca en una soledad en compañía, en la cual te ves que sois dos o tres dentro de una paradoja en la que los dos o tres se quedan en uno solo que eres tu, pero soportando el peso del resto ...

Y LA VIDA SIGUE, Y ESTAMOS OBLIGADOS A SER FELICES.