domingo, 8 de diciembre de 2019

Cochedesgraciado

PREPROLOGO: Alucinante lo que es la vida, después de un post con epílogo aquí tenemos un post con prólogo.

PROLOGO: Se viene un post con anécdotas de abuelo un poco aburridas sobre todos los coches que he tenido hasta ahora, y nunca pretendí aburrir a nadie. Lo realmente bueno e importante es el último párrafo, a partir de aquí, en vuestras manos lo dejo. Disfrutadlo.

Puede que sea un poco pronto para escribir esto, pero tengo la tarde tonta, he terminado con unos tramites por internet, y como tengo el ordenador a mano, que mejor desahogo (aparte de mis amigos, claro está) que escribir un rato aquí ...

Todos hemos tenido nuestro primer coche y la mayoría lo recibimos con ilusión. Por extraño que parezca, después de pararme un momento a pensarlo, yo creo que he tenido hasta tres primeros coches. Por desgracia, esa ilusión enmascara lo que también supone una fuente de problemas, una vez que los tienes.

Rebobinemos un momento y expliquemos primero lo de los tres coches. El primero primero de verdad tendría que ser el coche familiar, como no. Aquel fantástico Seat 1430 que primero fue blanco y después verde botella una vez que mi abuelo decidió pintarlo ... yo no lo llegué a ver blanco. Con el aprendí a conducir, pero ya en algún momento aquel coche me dedicó alguna desgracia. La que mejor recuerdo es aquel día llevandolo por caminos con mi padre en el que mi poca experiencia al volante me llovó a calcular mal la altura sobresaliente de una piedra traicionera, que casí destrozó el carter y apunto estvo de dejarnos sin coche .... y yo solo tenía 14 años.

El siguiente también sería coche familiar, y este sería también primer coche, porque aunque yo no lo pagué, si que sería el primer coche que llevaba un seguro de automóvil a mi nombre, fantástico aquel Renault 19 Chamade, aunque siempre con problemas de subida de temperatura, como se calentaba el cabrón. A este en realidad lo único que puedo reprocharle es alguna vez que me dejara tirado en la carretera, a casi todos nos ha pasado alguna vez ... dos casos rocambolescos, una vez que se me paró en plena autovía de noche, se apagaron las luces, y no se como coño paré en el arcén sin ver absolutamente nada ter... o aquella vez que se me calentó de más en pleno barrio del Carmen de Murcia, y me vi empujándolo en medio de un tráfico del diablo hasta el taller más cercano, que por suerte apenas estaba a unos cincuenta o cien metros, o puede que menos.

El siguiente sería la fuente de problemas por excelencia. No he llevado tanto al taller un coche como aquel Seat Toledo. Era un coche precioso para mi gusto, pero su belleza me cegó, y fue una compra equivocada sin duda. Con este nos vamos a quedar con el principio y el fin. El principio, aquello debió tirarme para atrás de la compra, puesto que nada más sacarlo del concesionario, me dejó tirado en la carretera. Llamamos al tío, me lo arregló, y para alante (tenía un año de garantía). Y el final, un día cualquiera yendo a la playa, se rompió el motor ... veredicto del mecánico, vale más el arreglo que el coche, y lo dimos al desguace.

A continuación vino un precipitado Volkswagen Polo (al romperse el Toledo, yo no podía estar sin coche, lo necesitaba para trabajar, así que había que sustituirlo deprisa), hasta la fecha el coche que mejor me ha salido, sin lugar a dudas. De este me viene a la cabeza el "accidente" más serio que he podido tener yo en carretera, puesto que la verdad, yo creo que en carretera nada que me haya pasado se puede considerar un accidente muy serio. El accidente fue un choque frontal con un camión que se saltó un stop, pero que únicamente aboyó la parte delantera derecha del coche, pude frenar lo suficiente para que no fuera grave, y encima de todo salió bien, los de la chapa se enrollaron y me pulieron y repintaron algunas partes del coche que no tenían porque.

Este último lo vendí bien tras cuatro años sin pegas, para comprarme un Peugeout 407, coche con el que estoy muy contento, aunque le he tenido que hacer un montón de reparaciones de mantenimiento ... y que viene a cerrar mi historia, como "desgraciado colofón" ... después de que las riadas medio inundaran mi coche y de dos semanas y media esperando a que lo periten, la opinión del perito, y no solo del perito, sino de mi mecánico tras contarle por encima como está mi coche, es que el susodicho está cadáver (vamos, que lo van a dar como siniestro) ... DESCANSE EN PAZ, AMÉN.

Rezaremos una oración por él, no he podido disfrutarlo, ni siquiera lo tengo tres años.

P.D. Supongo que este post tendrá continuación, estoy esperando la contestación definitiva del perito con la valoración. Veamos el "lado positivo", en breve puede que esté mirando coches y tendré coche nuevo!!!