sábado, 11 de mayo de 2019

Socialista hasta la muerte

Escribir en este blog para mi, desde que empecé a hacerlo, siempre había sido como beber un vaso de agua. La mecánica fluía igual que el cristalino líquido a través de la garganta. En esta ocasión, desde hace unos días o unas horas, ni siquiera el título está claro, escuché la frase de labios del propio Alfredo Perez Rublacaba en una grabación en la radio, ni siquiera eso estaba claro hasta ese momento.

Lo único claro, y no se tampoco muy bien por qué, es que me apetecía escribir sobre este suceso.

Alfredo Perez Rubalcaba ha muerto a los sesenta y siete años de edad. La frase está escrita con todas las letras, con toda la intención del mundo, porque me parece que el suceso lo merece que así sea.

La cuestión es que tampoco creo que sea por el hecho en sí. Cuando nos vamos, es decir, cuando nos vamos de verdad, uno nunca se va de verdad si no es para siempre como es este caso, da la sensación de que todos somos las mejores personas del mundo. Alfredo Perez Rubalcaba no ha sido una excepción. Pero también es verdad que la memoria de las personas es traicionera. Mientras a lo largo de las últimas jornadas, en los medios de comunicación y a través de cientos de testimonios, sólo se ha podido escuchar la gran persona que era Rubalcaba, mi memoria me llevaba un poco de forma traicionera a su derrota en las únicas elecciones de su partido que ha encabezado, la cuál estaba cantada de todos modos, de la cuál no se le puede reprochar nada en realidad cuando simplemente lo que hizo fue echarse a sus espaldas el peso de un partido en un momento en el cual nadie lo quería para sí mismo. Igualmente, no puedo dejar de reprocharme a mi mismo el hecho de que en el momento en el que nos deja para siempre una persona, yo me tenga que acordar de su fracaso en vez de sus logros.

Siempre es triste que este mundo quede privado de personas capaces de darle mucho, como podía ser este hombre. Ya no quiero hablar del político, el ya decía que estaba fuera de todo eso, hablo de la persona. Hoy todos podemos decir que todos hemos perdido mucho, pero yo no puedo tampoco dejar de pensar que antes que nada, todos somos personas. Y las personas tenemos familia, amigos, que nos quieren y que nos echan de menos. Alfredo Perez Rubalcaba ya no va a sufrir más, pero toda su familia sufre hoy de un vacío que deja su muerte.

Está claro que esta semana estará marcada por la tristeza de perder a una figura importante en nuestro país, por todo lo que ha aportado, por todo lo que ha trabajado. Pero mis palabras quieren ir más que a lo institucional, de lo cuál nos acordamos los que no eramos su familia, a lo personal, donde están todas sus personas más cercanas, para ellos, que son los que realmente han perdido, vayan mis palabras.

Aclarar una cosa, no quiero menospreciar el sentimiento de todos los españoles que están afectados por la desaparición de este hombre. Todos los españoles le debemos algo a todas las personas que han trabajado por este país desde las instituciones, y como algunas declaraciones que he escuchado en los medios, comparto la opinión de que Alfredo Perez Rubalcaba era un político bueno, pero estas últimas palabras quedarían para otro post.

Por tanto, y siendo coherente con todo lo que he dicho anteriormente, mi más sentido pésame para la familia y amigos de Alfredo Perez Rubalcaba, gracias por todo y descansa en paz.