La frase de inicio: "Nuestros mismos ojos" ...
Nuestros mismos ojos quedaron maravillados ante tanta belleza.
- La estás viendo, Carlos.
- La veo, Javi.
En el momento en que aquella muchacha entró en el bar supe que era la mujer de mi vida. Tomó asiento dos mesas más allá de nosotros y un resorte me levantó de mi silla.
- Perdona, pero he visto este asiento vacío y no puedo permitir que estés sola ni un segundo.
- No te he invitado a sentarte - contestó.
Pero sus ojos decían todo lo contrario, y el futuro no haría otra cosa que confirmar que sentarme en aquella silla fue la decisión de mi vida.
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