miércoles, 6 de marzo de 2013

Hala Madrid

Es el fin de una era. La llegada de Pep Guardiola como entrenador del Fútbol Club Barcelona marcó irremediablemente los campeonatos de liga de los últimos años. No puedo pasar todas estas lineas sin tener una mención para el juego que el Barça ha estado haciendo estos años, juego que por paradójico que resulte, ha marcado también el devenir de la selección española con los éxitos conseguidos. El fútbol que durante la "Era Guardiola" ha realizado el equipo catalán se podría caracterizar de fantástico, sublime, una pasada hablando en plata.

Yo no puedo negar lo evidente, y creo que nadie, pero por desgracia, que un denotado madridista como yo alabe de esta manera al equipo azulgrana, no me libra de la parte amarga de sus éxitos. Esa parte es tener que soportar algún aficionado que no tiene otra cosa mejor que hacer que restregarme por la cara estos éxitos. Y francamente, muchas veces esto es más de lo que uno puede soportar. Bien, después de esta introducción, esta última semana futbolística para un aficionado del madrid ha resultado ser un balón de oxígeno como no teníamos en años.

Quien nos hubiera dicho que veríamos en cuestión de una semana dos partidos de Real Madrid contra Barcelona y un partido de Real Madrid contra Manchester United, en los cuáles, el único vencedor iba a ser el Real Madrid. Lo vuelvo a leer ahora que lo he escrito y parece que aún me cuesta creerlo. A cualquiera que le hubieran dicho algo así las semanas previas a los partidos habría respondido con un sonoro y rotundo "IMPOSIBLE", o algo parecido. Barcelona llevaba una ventaja de 16 puntos sobre el Real Madrid, y Manchester United es un equipo que en el campeonato de su país es incluso más lider que aquí el barça, superando al segundo clasificado en quince puntos. Con todo, hemos podido con ambos.

Y es que era como un clamor popular, un clamor de la marea blanca, que ansiaba volver a ver a su equipo protagonizando grandes gestas, venciendo con autoridad a equipos que estuvieran a su altura. Si que es cierto que el año pasado fue campeón de liga, por ejemplo, pero humillar al eterno rival de la ciudad condal era algo que se nos negaba hace muchos años. Y si que también es cierto que no se ha ganado nada con estas victorias, pero para los aficionados algo así empezaba a convertirse en una necesidad vital, ver a su equipo dando un fuerte golpe en la mesa y decir, "aquí estamos, y los demás no sois los únicos que dais miedo, nosotros también podemos ser vuestra peor pesadilla".

Humillación. Esa es la palabra con la que se puede quedar un descafeinado Barcelona, que a pesar de que estaba completando una temporada brillante, vete tu a saber porque, no ha podido ser el grandioso equipo que ha vuelto a demostrar que es a lo largo del campeonato, una, quizás por la ausencia de su técnico, dos, porque los jugadores estén llegando algo cansados a esta parte de la temporada, porque están ya mayores, o porque se han aburrido de su estilo, y tres, porque esta vez sí, los grandiosos no fueron ellos sino el equipo que tenían enfrente, el Real Madrid. Voy a terminar el post dedicándolo a todos mis amigos que seguro tenían tantas ganas como yo de ver lo que hemos visto durante esta semana. Ojala esto no halla sido un fugaz brillo en una temporada gris, sino una especie de resurgir para completar una temporada brillante endosándose dos copas en el bolsillo, ya que le pese a quien le pese, este año, la liga española es del barça, por todos vosotros, madridistas,

¡¡HALA MADRID!!

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