jueves, 4 de diciembre de 2014

Aniversario aciago (o la invasión de mi casa en verso)

Creo que ya va por la segunda vez que se me ocurre contar una historia en verso. No he podido evitar conmemorar con un poema la historia de como irrumpieron en mi casa para derribar puertas y paredes, y hacer daño a mi hermano sin ningún miramiento .... 

También tiene bastante que ver el hecho de que haya pasado un año ya y apenas un juez ha empezado a leer lo que ha pasado en mi casa .... cuando menos, esto es, VERGONZOSO.

En fin, amigos, los versos de abajo van en tono de humor, que sinceramente, creo que es la única manera que me queda de tomarme esto y seguir adelante tranquilamente. Un abrazo a todos.

En un lugar de la Granja,
de Rocamora, provincia de Alicante,
habitan dos hermanos, bienavenidos,
de muy buen talante.

En esta villa ya hace un año,
aconteció, en su casa una historia,
que ya quedó para siempre,
del lugar en la memoria.

Aciago cinco de diciembre,
por ambos hermanos ya olvidado,
en el que en su casa las fuerzas del orden,
el mayor de los desordenes sembraron.

8 de la mañana y el hermano pequeño,
ya anda en gallumbos levantado,
mientras abajo la poli se prepara,
cascos en la cabeza, escudos alzados.

De repente sus gritos alteran,
la tranquilidad mañanera,
todos los efectivos,
la lian en la escalera.

El corazón del muchacho,
salta en su pecho de golpe
los porrazos en la puerta,
en alerta ya le ponen.

Salta el cerrojo con estruendo,
la turba irrumpe sin dilación,
entre cuatro gorilas armados,
lo tiran al suelo sin compasión.

En su caida hacia el piso,
se interpuso el pico de una mesa,
por poco aquellos salvajes,
no le abrieron la cabeza,
aunque en el brete quedara,
bastante maltrecha una oreja.

Con el chico allí tirado,
la terraza intentan alcanzar,
más estruendo se oye aún,
cuando intentan su puerta derribar.

El muchacho sin resueyo,
al oir más golpes grita,
"Más puertas no me derriben,
las llaves están ahi encima".

Más un último porrazo se oye,
cuando sin atender a razones,
también acaban por los suelos,
marco, pared, puerta y goznes,
de la terraza de esta casa,
que ya no aguanta más golpes.

Esto fue el sufrimiento,
que tuvo que pasar sin sentido,
un inocente muchacho,
antes del desayuno haber comido.

Iban los insurrectos,
tras de un argelino la casa,
delincuente conocido,
en los alrededores de Granja,
por dar cobijo y asilo,
a individuos de mala calaña,
que andaban por el lugar,
cometiendo robos con saña.

Se lo presentan delante,
al individuo de marras,
"No se quien es este tío"
"Nunca le he visto la cara".

La cara de tontos empieza,
a dibujarse en los semblantes,
de todos los policías,
que armaron semejante dislate.

Y al rato al hermano mayor,
las noticias ya le llegan,
un telefonazo al trabajo,
el pequeño sin más le suelta,

"Hermano vente para casa,
nos ha invadido la benemérita".

Todo lo que pasó después,
ya no tiene tanta gracia,
interrogatorios, hospitales,
disculpas,¡menuda lata!

Un año ya se ha pasado,
de toda esta mascarada,
y aquí nadie se hace responsable,
EL MINISTERIO NO PAGA!!

Solo me puedo acordar,
y echarle guasa al asunto,
acordarme de esta manera,
con unos versos a lo bruto,
compartirlo con los amigos,
y después cada uno a lo suyo.

Esto fue el aniversario,
de un suceso singular,
que de corazón deseo,
nadie tenga que pasar.

GRACIAS POR LEERME, AMIGOS.
Y DISCULPADME ESTOS VERSOS,
QUE YA SOY YO BIEN CONSCIENTE,
DE QUE SOLO RIMAN ..... "MÁS O MENOS"

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