lunes, 27 de mayo de 2013

Gotas

Gotas,
gotas caídas de un cielo hundido, 
perdido en las tinieblas de un amor ya sin sentido.

Gotas de un llanto,
que no solo limpia unos ojos apagados,
sino que también desinfecta un corazón envenenado,
por unas cuantas frases que ya no se sabe si fueron verdad,
o fueron engaño.

Gotas,
lágrimas inútiles, vacías,
que el tiempo no ha podido borrar ni mitigar,
que parecen empeñadas en acompañarme
el resto de mi vida.


Gotas cálidas y saladas,
agradables si fueran un mar de un soleado agosto,
desagradables si son deshechos de una felicidad pasada,
de mis sentimientos despechados,
de mi mente perturbada.

Gotas, que no lamentos,
los lamentos se los dejo al débil, al cobarde,
que a veces hace falta emplear más valor,
que en otras cosas,
en expresar tus sentimientos.

Sea,
cada una de estas gotas,
cada uno de estos llantos,
que de mis ojos salieron,
todo lo que estoy sintiendo,
todo lo que estas perdiendo.

Sea,
que con cada lagrima,
que de mis ojos cayera,
me acerco un poco más al momento,
en que nunca más amar pueda,
y mi corazón deshidratado y dolorido,
en un último suspiro,
de puro sentimiento, 
MUERA.

P.D. Más de uno se preguntará a que ha venido hoy un poema tan melodrámatico. Hoy doy la razón número uno, y es algo tan simple como que me ha venido de pronto y era una pena que se perdiera en mi memoria. Me ha llevado algo menos de media horita escribirlo, pero aún así, había que hacerlo, yo creo que me ha quedado bien. La razón número dos debería explicar el porque me ha venido de repente, eso lo dejamos para un próximo capítulo, que ahí igual me tendría que extender más, y cuando veáis la hora de publicación del post igual lo flipais. Ale, ahí queda eso, hasta un próximo capítulo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario