viernes, 25 de agosto de 2023

El perico de Juan Perico

El cuento que se convirtió en romance. La inspiración es caprichosa y en una de mis continuas noches de vigilia me hallaba yo dando vueltas a una inquietud quizá un poco tonta, o no, quizá un poco inoportuna, o no, porque a fin de cuentas desembocó en esto. Y es que andaba yo pensando en si alguna vez me encargaran el cuidado de algún crio, que algún amigo me dijera, "oye, Javi, necesito que me cuides al crio un par de horas que tengo que salir" que haría yo para distraer al zagal ... y se me ocurrió que me pondría como no a inventar cuentos ... y surgió algo parecido a lo que vais a leer, lo que quiso ser un cuento para niños y lo he convertido en un romance (o por lo menos, un intento de romance, respetemos a los que se dedican a esto ;) ...). Espero que lo desfrutéis a mi me ha molado ... por cierto, quizá venga con sorpresa.


EL PERICO DE JUAN PERICO


Cuentan que vivía en Barranda

allá por su parte alta

un singular personaje

que alegría al pueblo le daba


Le daba la vida al pueblo,

su nombre real no importaba,

le llamaban Juan Perico

la respuesta está en su casa.


Cada mañanica al alba,

se entornaba su ventana,

de una jaula que tenía,

un pajarico escapaba.


Un curioso periquito,

que en esa casa moraba

Barranda se recorría

saludando al que pasaba.


Barranda se recorría,

de parte alta a parte baja,

y a todo el que veía,

con presteza saludaba.


Buenos días tenga usted,

buenos días tenga usía,

que sepa que yo me alegro,

de darle los buenos días.

Que yo soy el periquito,

cuyo dueño es Juan Perico,

que no existe en este pueblo,

un animal más bonico (bis).

Un buen día se levantó,

Juan Perico en la mañana,

como siempre cada día,

una jaula vacía estaba.


Pero el día seguía adelante,

poco a poco se avanzaba,

un día igualico a otro,

su amigo no regresaba.


Juan Perico, Juan Perico,

el miedo en el cuerpo entraba,

su pequeño periquito,

a casa no regresaba.


Perico de Juan Perico,

en su casa ya no estaba,

salió en su búsqueda Juan,

dejando detrás su casa.


Empezó a hacer camino,

se subió a la montaña,

al águila se encontró,

sobre la cumbre más alta.


Águila majestuosa,

reina de la alta cañada,

voy en busca de un amigo,

que ha abandonado mi casa.


A tu amigo vi pasar,

dijo que al mundo anhelaba,

dijo no te preocuparas,

si por aquí te pasarás.


Al bajar de la cañada,

las alturas caminadas,

recorrió los bastos bosques,

a la zorra se encontrara.


Muy buenas soy Juan Perico,

perdóname la charada,

a mi amigo voy buscando,

por si en tus bosques se hallara.


Si tu amigo es un perico,

ayer lo vi en la jornada,

me dijo no te preocupes,

que ahora el mundo es su posada.


Buenos días tenga usted,

buenos días tenga usía,

que sepa que yo me alegro,

de darle los buenos días.

Que yo soy el periquito,

cuyo dueño es Juan Perico,

que no existe en este pueblo,

un animal más bonico (bis).


Ya solo le queda el mar,

y la playa más cercana,

nunca perderá a su amigo,

que en la vida le acompaña.


A los mares nás oscuros,

si el océano se llevara,

a su amigo volador,

en busca de alguna playa.


A la foca se encontró,

tumbada en la arena blanca,

Juan le vino a preguntar,

mientras ella descansaba.


Dime amiga si tu has visto,

mi periquito canalla,

que un buen día se escapo,

dejando vacía mi casa.


Ya algún tiempo que pasó,

me advirtió de tu llegada,

y me dijo te dijera,

no te preocupes por nada.


Por los mares y los bosques,

por la playa y la cañada,

he buscado a mi perico,

y no he encontrado nada.


Esto es lo que Juan pensó,

al regresar a su casa,

cual no sería su sorpresa,

su periquito en su jaula. 


Juan dejame que te explique,

así el periquito hablaba,

solo quería ver el mundo,

tantos años en Barranda.


Ahora que ya he visto todo,

los mares y las cañadas,

ya volvere a suludar,

a la pequeña Barranda.


Buenos días tenga usted,

buenos días tenga usía,

que sepa que yo me alegro,

de darle los buenos días.

Que yo soy el periquito,

cuyo dueño es Juan Perico,

que no existe en este pueblo,

un animal más bonico (bis).

y aquí la sorpresa (aviso, si no tenèis tiempo, son seis minutos más de vuestro tiempo): El Perico de Juan Perico 

No hay comentarios:

Publicar un comentario